Desde que colgó las botas, Gerard Piqué ha sabido reinventarse como empresario. Tras éxitos como la Kings League y tropiezos como la Copa Davis o el cierre de su desarrolladora de videojuegos, el exfutbolista del FC Barcelona ha apostado por un negocio mucho más discreto, pero altamente rentable: las oficinas de coworking que posee en Madrid y Barcelona.
Piqué, de la Kings League al mundo inmobiliario
Aunque su nombre se ha asociado en los últimos años a proyectos mediáticos junto a Ibai Llanos —como La Velada del Año o la popular liga de streamers—, Piqué también ha consolidado un imperio empresarial más tradicional. A través de Kosmos Global SL, su holding principal, gestiona inversiones inmobiliarias junto a su padre, además de su equipo de fútbol, el FC Andorra.
Entre estas inversiones se encuentra su red de oficinas de coworking, un proyecto que ha mantenido en silencio y sin campañas publicitarias, pero que le garantiza ingresos constantes gracias a la alta demanda en las principales ciudades españolas.
Los espacios de coworking de Piqué
Según reveló Vanitatis, Piqué posee cinco edificios en Barcelona y tres en Madrid destinados al coworking. Se trata de espacios modernos, con diseño flexible, ambiente joven y ubicados en zonas estratégicas que los hacen especialmente atractivos para emprendedores y empresas tecnológicas.
“Es un coworking excepcional, con ambiente joven y flexible; llevo meses trabajando allí y no lo cambiaría por nada”, aseguró uno de los usuarios habituales de estas oficinas.
La clave de este negocio radica en la discreción: el exdefensa ha preferido que los edificios y su ubicación hablen por sí mismos, evitando que su nombre sea el reclamo principal.
Mirando al futuro: nuevas apuestas empresariales
Más allá del coworking, Piqué no se detiene. Actualmente busca fórmulas para traer a España un campeonato de MMA junto al luchador Ilia Topuria, al mismo tiempo que continúa expandiendo sus negocios en Europa y América.
A sus 38 años, y tras una vida mediática marcada por su divorcio con Shakira y su relación con Clara Chía, Piqué parece haber encontrado el equilibrio entre proyectos de alto impacto y negocios silenciosos pero rentables, como sus oficinas de coworking, que se han convertido en una pieza clave de su diversificado imperio empresarial.